Evolución flexo y alta calidad de impresión: Finepack y KODAK FLEXCEL NX
“Los mismos clientes que exigían que las impresiones fuesen realizadas en rotograbado, hoy piden el trabajo en Flexo gracias también a la tecnología KODAK FLEXCEL NX”.
De esa manera, Edmur Batista do Carmo, fundador y director general de Finepack, define el escenario actual de la flexografía en Brasil. Según él, la tecnología KODAK FLEXCEL NX desempeña un papel fundamental en la elevación del status actual de la flexografía, tanto dentro de la empresa, como en el mercado en general.
“Desde que comenzamos a trabajar con la solución Kodak FLEXCEL NX, los problemas que enfrentábamos en la flexografía relacionados con la calidad, agilidad y desempeño de los equipos fueron prácticamente eliminados. Hoy, los dueños de marcas solicitan que se utilice el proceso flexográfico en sus trabajos y ya no el rotograbado”, explica Edmur.
Pero no siempre fue así.
Con su sede actual en una estructura de 13 mil m2 en la ciudad de Itupeva (interior del estado de São Paulo), Finepack es hoy una de las principales empresas del sector en el país-continente de América del Sur, contando con 260 empleados (incluyendo aquellos que trabajan en su empresa de conversión, Finetech) y tecnología de punta para atender a clientes de los cuatro rincones del país en diversos segmentos como alimenticio, bienes de consumo, cosméticos, fármacos, pet food, entre otros.
“Optamos por trabajar con una cartera de clientes diversificada y no apostar todas nuestras fichas a un solo segmento”, explica Edmur que, en 1992 fundó Finepack en la ciudad de Diadema, localizada en el Gran São Paulo.
Al principio, la empresa trabajaba como prestadora de servicios de impresión flexográfica para otras compañías, en una época en que la Flexo estaba apenas en sus comienzos. “Era un período en la que referencia de calidad era el rotogrbado. Nada de lo que hoy tenemos existía. Para tener una idea, cuando nació Finepack, nuestra propuesta era ofrecer un servicio diferenciado y de alta calidad en flexografía, pero el mercado brasileño no disponía de grandes recursos; no había proveedores locales de rodillos anilox mecánicos y cintas de espuma doble faz, por ejemplo. Un escenario muy diferente al de hoy. Tampoco había mucho de computación gráfica, todo era hecho en fotolito y repetidores”, recuerda.
En 1996, ante la gran dificultad de conseguir proveedores de clichés de fotopolímero (falta de buenas máquinas para hacer clichés), Finepack optó por abrir su propia empresa de fototipia, dando origen a Finetech. “Cuando armamos la fábrica de clichés, nos dimos cuenta de que la inversión no era suficiente y que, sin una inversión mayor, no llegaríamos donde queríamos. A partir de eso, surgió Finetech, una fábrica de clichés que existe hasta la actualidad. En esa época, el objetivo era servir a Finepack, pero eso no era suficiente para que la empresa fuera rentable. Entonces, también empezamos a vender clichés de fotopolímero en el mercado”, cuenta Edmur. “Y fue muy positivo. El hecho de tener nuestra propia fábrica de clichés nos permitió evolucionar técnicamente con las impresiones.”
Con el crecimiento de Finepack en el mercado de prestación de servicios de impresión en Flexo, también surgió la necesidad de invertir en tecnología. Partiendo de un único equipo flexográfico de impresión de fabricación nacional, la empresa empezó a ampliar su parque productivo con tecnología de punta, construyendo una historia de innovación en soluciones de producción, como, por ejemplo, por medio de la importación de una de las primeras impresoras de ocho colores del país, en 1998 (en ese caso, de la marca alemana Windmöller&Hölscher, que terminó convirtiéndose en la plataforma de impresión usada hasta la actualidad en la empresa).
“Fue una innovación porque, en esa época, la mayoría de las impresoras usadas en Brasil era de seis colores. También fuimos pioneros en sistemas CTP de la marca Scitex (posteriormente adquirida por Kodak) para grabado de clichés de fotopolímero a láser, en 1999. Es decir, comenzamos a trabajar con cliché digital, sin necesidad de fotolitos”, remarca Edmur.
Nuevos horizontes
Desde 2004 a 2010, la historia de Finepack pasó por cambios importantes y significativos. El principal fue la mudanza al edificio actual, en el interior del estado de São Paulo, un espacio hecho a medida para permitir el crecimiento de la empresa y la evolución tecnológica que siguió en los años posteriores.
En 2010, la empresa deja de ser prestadora de servicios de impresión para comercializar su propio producto impreso en flexo o rotograbado, de acuerdo con la elección del cliente. “Incluso en esa época, existía el paradigma de que la calidad ideal era el rotograbado. Por eso, optamos por empezar a invertir en ambas tecnologías de producción”, explica Edmur.
Eso empezó a cambiar en 2013, cuando Finepack realizó su primera inversión en tecnología KODAK FLEXCEL NX. “Desde 2010, la flexografía sigue un camino evolutivo en términos tecnológicos, y la placa FLEXCEL NX, desarrollada por Kodak, es parte esencial de ese proceso”, dice Edmur. “Actualmente, en términos de calidad, la flexografía no deja nada que desear al rotograbado. Eso, con ventajas en términos de rapidez de configuración, mejor costo, posibilidades de trabajar con bandas más estrechas. Hoy, en el mercado, los SKU se multiplicaron, es decir, un mismo producto tiene la misma versión; un cliente tiene varias versiones de un producto. En ese escenario, la flexografía es un proceso mucho más viable. En Finepack, sin dudas, es más ventajoso que los trabajos con tiradas de 30 a 100 mil metros que sean impresos en flexografía”.
¿Y el paradigma del mercado? “Cambió, sin dudas”, remarca.
La plataforma KODAK FLEXCEL NX también le abre nuevas posibilidades de aplicaciones a Finepack. Una de ellas, es la ventaja de trabajar en heptacromía (o gamut ampliado), para sustituir el CMYK + Pantone estándar por siete colores de impresión para obtener, inclusive, colores especiales y colores de marca.
“Las ventajas son incontables. Con la tecnología Miraclon, estamos desarrollando trabajos en heptacromía, también conocido como gamut ampliado: trabajos realizados con siete colores, en lugar de los cuatro colores primarios, eliminando así la necesidad de trabajar con color Pantone. Eso abarata el proceso y elimina la necesidad de contar con una reserva de tintas con varios Pantones especiales, e incluso de limpiar todo el tiempo el sistema de la máquina, ya que los cambios de tinta disminuyen”, subraya Edmur.
Otra ventaja de la solución KODAK FLEXCEL NX es la tecnología NX Advantage, con la cual, según Edmur, la empresa pasó a trabajar con impresiones de 60 líneas por centímetro (anteriormente, el límite eran 48 líneas por centímetro en flexografía), optimizando así la calidad. “Con el rotograbado llegamos a 70 u 80 líneas por centímetro”, dice. “La tecnología NX Advantage ofrece ángulos y puntos diferentes para diversas características de los trabajos, como plenos, áreas medianas y áreas de luces altas… Con eso, pudimos aumentar mucho la línea, sin tener problemas en el proceso de impresión. Con una placa común incluso podíamos hacer clichés de 60 líneas, pero al momento de imprimir había alteraciones de los puntos y pérdida de calidad.”
Y agrega: “La FLEXCEL NX Plate trajo tecnología de impresión a la empresa y nos permitió presentar un producto de alta calidad para el cliente usando la tecnología flexo.”
Junto con las FLEXCEL NX Plates, también funciona el sistema de grabado FLEXCEL NX Mid System.
“A pesar de que las otras placas evolucionaron bastante, percibimos en FLEXCEL NX aspectos interesantes, que abarca justamente la tecnología NX Advantage. Con KODAK FLEXCEL NX pudimos lograr repetitividad y áreas de mínima, que eran una de las grandes dificultades y, ahora, son impresas sin problemas, como obstrucciones o caída de punto. Y mejor aún: pudimos hacer flexografía con la misma calidad que el rotograbado. El consumidor final no logra ver la diferencia”, finaliza.